lunes, mayo 01, 2006

El primer triunfo

Ahora me quedaré frente a la tele y veré la película. Será mi primer triunfo. No te acecharé y no querré saber si estás viva. Quieto frente a la tele, fumando, oscuro.
Soy consciente en que sucederán segundos en que me difumine, como un grito, o como luz que se apaga. Habrá nadie ocupado en descifrar las imágenes. Ocurrirá ese vacío, y encajaré ese golpe, el golpe más duro, porque no quiero caerme.
Ganaré la guerra de para siempre quedarte en la ausencia, y para ello es imprescindible estas dos primeras horas. De su desenlace depende el rumbo de las hostilidades. Debo quedarme aquí, sentado y recio, sacando de mis entrañas mi mejor parte de piedra. Todo para desasumirte, para ahuyentarte.
Con el primer triunfo vendrán otros: el triunfo de mis ojos sobre los racimos de tu cabello, el triunfo de mis palabras sobre el puñal de tu voz.
Sabré que definitivamente he ganado cuando dejen de crecerme tus muslos en mi sueño, y cuando el gallo reviente en su jaula y ocupe su lugar en la mañana, destrozando tus ojos con la primera luz.
Cuando me canse de la oscura sal de tu boca ya sabré que no volveré a morirme.

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

suena cruel...
O será que yo estoy muy sensible... aunque hay quien piensa que ni estoy. Empiezo a creérmelo yo también.
Y me pregunto por qué mi voz no se oye, o por qué no se adivina, como hago yo con otras voces...
A veces me dan ganas de dejar de hablar para siempre.
En cambio a ti te felicito por tu triunfo. Haces bien. Seguiré tu evolución en silencio (mordiéndome los labios...)

10:51 a. m.  
Blogger Juan_PR said...

Querida muda y ausente, sólo es un ejercicio de (mala) literatura. No te vayas

1:57 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Claro que no me voy, pirata, no me quiero alejar de ti.

9:52 a. m.  
Blogger Juan_PR said...

Querida muda de boca roja, no te vayas nunca, tú eres el mar.

2:12 p. m.  

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