Una palabra tuya
Debió de ser en la tarde oscura:
hice como que no la ví,
pero arrullada en las rendijas
una palabra tuya quiso quedarse
Construyó su cama en la callada pieza
donde almaceno los libros y los discos,
allí dobló su ropa y su armadura
y revolvió sus ojos como un baile de hojas
Ahora se enredan en cada esquina
el mundo que antes era mío
y la aglomeración de espejos
que tu palabra produce:
nacen lianas en las escaleras
y hay algo más allá de la cocina
A la hora del beso abro la puerta
y lloro con el mundo del otro lado:
animales pequeños, vientos pequeños,
luces de uno a otro ladrillo.
Vino tu palabra a mi casa
como un mordisco de primavera,
como una rosa que no presagia ciudades.
hice como que no la ví,
pero arrullada en las rendijas
una palabra tuya quiso quedarse
Construyó su cama en la callada pieza
donde almaceno los libros y los discos,
allí dobló su ropa y su armadura
y revolvió sus ojos como un baile de hojas
Ahora se enredan en cada esquina
el mundo que antes era mío
y la aglomeración de espejos
que tu palabra produce:
nacen lianas en las escaleras
y hay algo más allá de la cocina
A la hora del beso abro la puerta
y lloro con el mundo del otro lado:
animales pequeños, vientos pequeños,
luces de uno a otro ladrillo.
Vino tu palabra a mi casa
como un mordisco de primavera,
como una rosa que no presagia ciudades.
posted by Juan_PR at 10:02 p. m.
5 Comments:
¿Locura es la palabra? Porque si es locura hay algo más allá de la palabra...
Mientras te lo piensas y no respondes, te dejo una evidencia: un beso.
Mi querida pequeña boca: sí, es locura...No puedo olvidarte, sólo pienso en tenerte. Te deseo
hola...
Me parece muy interesante tu blog. Ahora me voy a poner a releer, volver a mirar tu espacio...
Volveré a visitarte.
Saludos.
Nessa
~ http://s10.bitefight.es/c.php?uid=71887 ~
El deseo es esa cosa que se instala dentro de la boca, en los ojos, detrás de los ojos, en la nuca, encima de los hombros, a lo largo de los brazos, alrededor de las muñecas, en cada una de las yemas de los dedos, en las palmas de las manos, al lado de todos los lunares, entre los pechos, alrededor del ombligo, en los costados, en el relieve de las costillas, en el contorno de las caderas, en las suaves nalgas, entre los muslos, en el sexo, dentro, a lo largo de las piernas, detrás de las rodillas, alrededor de los tobillos, en la lejanía de los pies... y se desarrolla en forma de vértigo en todos esos lugares. Es normal que el olvido, cúmulo de recuerdos y sensaciones perecederas, quede lejos.
Tu deseo también es mi deseo, Pirata.
Mi pequeña boquita roja, quiero comerte
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